Juan Carlos es un ejecutivo que acaba de tomar la posta de su exjefe. Durante años aprendió los gajes del oficio supervisando a un equipo de 8 vendedores que hacen cobertura en farmacias a nivel nacional. Juan Carlos era el mejor vendedor, sus resultados siempre eran óptimos y se había ganado la confianza de su jefe. Pero, hoy tiene dudas si continuar en la empresa. Los resultados de su equipo no son halagadores y ha tenido ya algunos problemas con dos vendedores que eran muy cercanos antes, pero que hoy no lo aceptan como supervisor.
Los años 90 se consideran la Década del Cerebro, la razón es que en esa década los descubrimientos alrededor de las Neurociencias cambiaron para siempre muchas de las concepciones que teníamos. Uno de esos grandes descubrimientos es la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro de modificar su propia estructura y funcionalidad a través de la actividad neuronal. Es decir, si el cerebro puede cambiar, la mente, que es el estado funcional del cerebro, puede aprender. Lo interesante es que este descubrimiento rompió con el mito que existía sobre el aprendizaje y su relación con la edad. En resumen, podemos aprender durante toda la vida.
El Coach Ejecutivo es un facilitador del aprendizaje. Acompaña a adultos en el aprendizaje o desarrollo de soft skills a través de la reflexión y el desarrollo de planes de acción. Con lo cual, se convierte en un agente que ayuda a potenciar las capacidades individuales a través de sesiones profesionales que duran 45 minutos, bajo un marco de trabajo ágil y siempre conectado con los objetivos del ejecutivo y de la organización.
En el caso de Juan Carlos, un coach ejecutivo le acompañó en el desarrollo de las competencias necesarias para asumir un rol de liderazgo. Claro, como vendedor, sus competencias estaban desarrolladas, pero con el cambio aparecieron las brechas. Su inexperiencia dirigiendo equipos y la velocidad con la que asumió su nueva posición le dificultó asumir el nuevo rol. Como hemos apuntado antes, la capacidad de aprender es parte de la naturaleza humana y lo podemos hacer prácticamente toda la vida. Juan Carlos tiene 67 años y hoy ha asumido mejor su rol, han disminuido los conflictos y, además, los resultados empiezan a despegar.
Otro detalle sobre la neuroplasticidad, es una capacidad que se potencia mientras más se utiliza.
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