Ahora que todo está tan presente en las redes, el Coaching se ha convertido en un término de moda. Sin embargo, no todo lo que se presenta bajo esa etiqueta es coaching.
Empecemos por aclarar algo: el término Coaching no tiene una traducción literal al español. Podría traducirse como entrenador. Pero, eso no refleja lo que hace realmente un Coach profesional. Coaching es un proceso no directivo, es decir, un proceso en el que el Coach no transmite ningún tipo de conocimiento, enseñanzas, lecciones de vida a su coachee, interlocutor o cliente.
En otras palabras, el Coach no va a enseñar, menos a pontificar sobre la vida de su cliente. Es el propio cliente el responsable de resolver sus objetivos de desarrollo y la ruta a tomar para lograr esos objetivos. En el caso de Business Coaching School, nuestro enfoque se orienta al desarrollo de competencias de liderazgo, desarrollo de equipos de alto desempeño y desarrollo de activos estratégicos.
A pesar del aparente desgaste que existe sobre el término, el Coaching profesional crece de forma acelerada en economías desarrolladas. Con la recuperación de las economías emergentes y en particular, las economías latinoamericanas, la demanda de Coaching profesional también aumentará.
¿Entonces cómo diferenciar de otro tipo de procesos? La clave está en la no directividad.
Tip #1: Capacitación no es igual a Coaching
Tip #2: El coach no es un motivador
Tip #3: Coaching no es pseudoterapia
Tip #1: Capacitación no es igual a Coaching
Un capacitador transmite conocimiento. Cuando se busca a un experto en algún tema, se espera que este resuelva alguna necesidad específica de aprendizaje. Por ejemplo, un capacitador en Excel o Metodologías Ágiles, se asume que puede transmitir de forma efectiva la teoría y prácticas sobre estos temas.
En el caso del Coaching, justamente lo que no hace es transmitir conocimiento. En una sesión de Coaching se trabaja sobre el know-how del interlocutor o coachee. Usando otras palabras, el coach no va a transmitir nada, va a generar un ambiente para que el cliente desarrolle sus propias soluciones con base a su propia experiencia.
Por eso los temas que se trabajan en Coaching son distintos a los que se trabajan en capacitación. Los temas más recurrentes son: desarrollo de liderazgo, desarrollo de competencias de equipo de alto desempeño y desarrollo de activos estratégicos.
TIp #2: El coach no es un motivador
En el sentido más práctico, un motivador es alguien que eleva la energía de un grupo de personas en un momento determinado. Existen grandes motivadores como Tony Robbins. El motivador estadounidense llena coliseos con miles de personas que quieren escuchar sus conferencias. Mucho de su discurso tiene relación con el empoderamiento y la actitud.
Un coach profesional no tiene un discurso, menos en el sentido motivacional. La no directividad requiere de la ausencia de juicios sobre el cliente o su proyecto de desarrollo. Por lo tanto, no tiene una «receta» a aplicar o una fórmula actitudinal que transmitir. El coach trabaja con los objetivos que el cliente determine. De hecho, es el cliente el responsable de su propio desarrollo.
Tip #3: Coaching no es pseudoterapia
Son ya demasiadas quejas de parte de los profesionales de la salud sobre el aparente «intrusismo» del Coaching en sus áreas de trabajo. Les damos la razón. Son muchas personas que detrás de la etiqueta de Coaching hacen procesos que rayan en la pseudoterapia. Tratan problemas tan graves como la depresión o incluso problemas de adiciones, bajo la excusa de ser coaches.
También estamos en contra de esa mala práctica que tanto ha desgastado el término. El Coaching es un proceso de aprendizaje no directivo, ni más, ni menos. Es decir, un coach es un experto en acompañar a su coachee en el desarrollo de ciertas competencias para el mundo laboral. No hace terapia, no sana, no busca cambiar la realidad de la persona.
Σχόλια