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Jefes tóxicos: Cómo sobrevivir (y prosperar) bajo su mando


jefes tóxicos

¿Quién no ha tenido un jefe tóxico alguna vez en su vida? Esa figura que, en lugar de inspirar y motivar, genera estrés, frustración y un ambiente laboral nocivo. Aunque parezca un mal inevitable, existen estrategias para no solo sobrevivir a esta situación, sino también prosperar a pesar de ella.


Claudia me comenta que cuando empezó en la empresa, todo parecía agradable y normal. Sin embargo, al poco tiempo empezó a sentir ciertos prejuicios hacia su forma de trabajar: “Estaba acostumbrada a hacer mis labores sin necesidad de presión. En mi empresa anterior, había cierta libertad para organizar la jornada. La exigencia estaba centrada en los resultados esperados”. 



Al poco tiempo empezó a sentir ciertas actitudes de su jefe: “Se me hace difícil poner palabras la situación. Primero eran miradas de desconfianza, luego indirectas sobre la organización del trabajo”. Pronto empezaron los comentarios en medio de las reuniones y con terceros. Incluso en las reuniones sociales, salía el tema a colación.


Según el autor, Jordi Alemany, los jefes tóxicos son aquellos que, a través de sus comportamientos, actitudes y prácticas, generan un ambiente laboral, hostil y poco saludable, donde los miembros del equipo sufren más tiempo del que disfrutan de su trabajo. Como en el caso de Claudia. Primero eran indirectas y luego entraron en conflicto directo con su jefe. Las dos formas de ver la organización del trabajo terminaron por crear un ambiente hostil. Al final, Claudia renunció. 


En las últimas décadas, los estudios respecto al efecto de los estilos de liderazgo sobre el bienestar de los subordinados y su relación con el desempeño laboral, se han incrementado considerablemente. Actualmente, existe suficiente evidencia para afirmar que determinados estilos de liderazgo guardan relación con el nivel de satisfacción laboral (Chiok Foong Loke, 2001), el estrés percibido (Bratt et al., 2000), la motivación al logro (Mc Neese-Smith, 1999), el clima organizacional, e incluso con la cultura empresarial, entre muchos otros aspectos.


¿Qué define a un jefe tóxico?



jefe tóxico

El impacto de los jefes tóxicos es sobre el bienestar emocional de los empleados. Estos jefes generan estrés, inseguridad y desconfianza en sus equipos, lo que puede llevar a problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Antes de adentrarnos en las soluciones, es importante identificar las características de un jefe tóxico:


  • Comportamiento abusivo: Humillaciones, gritos, amenazas, manipulación emocional.

  • Falta de empatía: Ignora las necesidades y sentimientos de sus empleados.

  • Microgestión: Control excesivo y falta de confianza en el equipo.

  • Favoritismo: Trato desigual y preferencias arbitrarias.

  • Comunicación deficiente: Información ambigua, falta de feedback constructivo.


Estrategias para sobrevivir (y prosperar)


  1. No lo tomes personal: Recuerda que el comportamiento de tu jefe es un reflejo de sus propios problemas e inseguridades. No permitas que sus acciones afecten tu autoestima.

  2. Establece límites claros: Aprende a decir "no" de forma asertiva y respetuosa cuando tu jefe te pida algo irrazonable o fuera de tu horario laboral.

  3. Busca apoyo: Habla con colegas de confianza, amigos, familiares o un profesional de la salud mental. Compartir tus experiencias te ayudará a liberar tensiones y encontrar soluciones.

  4. Enfócate en tus logros: Celebra tus éxitos y reconoce tu propio valor. No permitas que la negatividad de tu jefe opaque tus habilidades y capacidades.

  5. Desarrolla tu resiliencia: Aprende a adaptarte a situaciones difíciles y a recuperarte de los contratiempos. La resiliencia te permitirá mantener una actitud positiva y seguir adelante.

  6. Busca oportunidades de crecimiento: Aprovecha la situación para desarrollar nuevas habilidades y fortalecer tus áreas de expertise. Esto te hará más valioso en el mercado laboral y te abrirá nuevas puertas.

  7. Considera un cambio: Si la situación es insostenible y afecta gravemente tu salud física o mental, no dudes en buscar nuevas oportunidades laborales. Tu bienestar es lo más importante. 

  8. Legislación vigente: Muchas legislaciones ya contemplan muchas de estas conductas como síntomas de acoso laboral o mobbing. Asesórate.


Coaching ejecutivo

El jefe de Claudia jamás le comentó de forma directa y clara lo que esperaba en cuanto a la organización del trabajo. Siempre se manejó con indirectas, comentarios mal intencionados o actitudes hostiles. Solo al final empezó a tratar el tema de forma directa, aunque agresiva. 


Tener un jefe tóxico es una experiencia desafiante, pero no tiene por qué definir tu carrera profesional. Con las estrategias adecuadas, puedes no solo sobrevivir, sino también prosperar y convertir esta adversidad en una oportunidad de cambio, crecimiento personal y profesional.


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