El liderazgo suele ser uno de esos temas que generan extensos debates y una cuantiosa literatura, talleres, estudios, etc. Sin embargo, se suele olvidar uno de los aspectos clave del liderazgo: la dirección. Aunque en el coaching hablamos mucho de la no directividad en este artículo planteamos la necesidad de la directividad.
No fijar límites es igual de perjudicial que regular en exceso. Los ejecutivos que no logran definir y comunicar los límites dejan abierta la puerta de la interpretación. Este suele ser un síntoma bastante común. Toda empresa necesita dirección, sin un norte claro los barcos navegan llevados por la corriente.
En uno de los procesos de Business Coaching que llevamos a cabo, el objetivo de desarrollo era mejorar el desempeño de uno de sus ejecutivos. Verónica, 45 años, tenía menos de un año en el cargo. El director de talento humano nos llamó porque estaba recibiendo algunas quejas de Verónica sobre la falta de compromiso de su equipo de trabajo. Los tiempos no se cumplían, los objetivos se alcanzaban con mucha dificultad y ya se habían presentado algunos pequeños conflictos dentro del equipo.
Cuando iniciamos el proceso de coaching ejecutivo, Verónica descubrió que el origen de todos esos síntomas era la falta de claridad en cuanto a los límites para su equipo. Es decir, las normas, roles definidos, objetivos y resultados esperados, no estaban bien definidos y claro, no se habían comunicado con eficiencia. De pronto, apareció una profunda toma de conciencia: sus propias conductas provocaban «desorden» en su equipo. Por ejemplo, ofrecía entregar el plan de trabajo el lunes en la mañana, pero por algún motivo casi nunca se cumplía con la entrega el día pactado.
El coaching ejecutivo es un proceso ideal para trabajar sobre este tipo de objetivos de desarrollo. La razón más importante es que acompaña el desarrollo del hábito de una manera bastante natural, sin coacción de ningún tipo y adecuándose siempre a las necesidades del propio coachee. Claro, estamos hablando siempre del coaching profesional como lo entendemos en Business Coaching School.
El coach ejecutivo acompañó durante seis meses el desarrollo de nuevos hábitos de trabajo que le permitieron a Verónica transmitir con mayor eficiencia los límites y reglas de conducta dentro del equipo.
Esta es una lista de los límites que un ejecutivo debe trabajar, independiente de si lo hace con un coach ejecutivo profesional o solo:
1. Asignación de trabajo
Esto es muy obvio, no es que no se tengan funciones más o menos claras para las personas (de qué forma se contrataría a alguien que no tenga algo que hacer) el problema son los límites mal delineados que suelen generar conflictos dentro del propio equipo. Conozco el caso de dos asistentes de un gerente que viven en un bucle de conflicto permanente porque ninguna conoce hasta dónde son sus responsabilidades.
2. Fechas de entrega o cierre.
Es muy importante fijar límites temporales que permitan planificar, tanto a nivel de equipo como individual. Pero, no se planifica con el fin de controlar, se planifica con el fin de generar. Es decir, hoy se utiliza el enfoque ágil que permite la organización autónoma del equipo, pero aún en ese ambiente creativo son necesarios los límites, sin límites el desperdicio de recursos es abrumante.
3. Estilos de comunicación.
No se trata solo de hacer un documento con los lineamientos de comunicación, sino de la práctica diaria. ¿Cómo se comunica el ejecutivo con su equipo? Eso es lo que marcará el tipo de comunicación dominante. Uno de nuestros coaches acompañó a un equipo y a su líder mientras trabajaban sobre la comunicación. Lo que encontró es fantástico: a medida que el líder mejoraba su estilo de comunicación el equipo hacía lo mismo.
4. Balance vida laboral, vida personal.
Sobre todo, en un entorno como el que vivimos en medio de la pandemia. Muchas empresas se han convertido en intrusos de los hogares de los trabajadores. Es importante que el ejecutivo aprenda a diferenciar los tiempos, debe quedar claro que el tiempo para la familia es tan importante como el tiempo para trabajar.
La lista de límites es interminable, pero estos son los temas con los que nos hemos encontrado con más frecuencia en nuestros procesos de coaching profesional en las empresas. Recuerde que todo límite no clarificado, comunicado y lo más importante, no asimilado por los propios ejecutivos se convierte tarde o temprano en un foco de conflicto.
Fije, comunique y actúe bajo límites claros, concisos y coherentes.
Comments