Un plan de desarrollo profesional o plan de carrera es un proceso dinámico que establece los objetivos de la carrera profesional de los colaboradores, además, permite desarrollar estrategias y encontrar recursos que te ayudarán a alcanzar tus metas. El Coaching Ejecutivo puede ser un excelente complemento a este proceso.
Hace poco conversaba con uno de nuestros clientes. Estaba preocupado porque uno de los gerentes con mayor proyección en su empresa, se fue a trabajar con la competencia. Su empresa opera en un mercado de altísima competitividad. Por lo que esta “perdida” fue un golpe bastante duro.
La frase “nadie es indispensable” pierde fuerza en un mundo en el que el talento humano es el centro estratégico de cualquier empresa. Perder a uno de los gerentes más experimentados, representa perder capital intelectual incuantificable. Esta no es una metáfora, en realidad el capital intelectual no se puede medir.
Las capacidades de las personas no entran dentro de los sistemas contables actuales. Creados para otra forma de gestión, hoy están en medio de serios cuestionamientos. Por eso, la salida de un gerente con alto desempeño, representa una pérdida que no se puede medir en números, pero que todos saben que terminará por afectar los resultados.
El reto de retener al talento: Planes y rutas de carrera
Los planes y rutas de carrera se han convertido en una herramienta estratégica para abordar este desafío, proporcionando a los empleados una visión clara de su futuro profesional dentro de la empresa y alineando sus aspiraciones personales con los objetivos organizacionales.
¿Qué son los planes y rutas de carrera?
Un plan de carrera es un proceso estructurado que define los objetivos profesionales de un empleado a corto, mediano y largo plazo, así como las acciones necesarias para alcanzarlos. Las rutas de carrera, por su parte, son los diferentes caminos o trayectorias que un empleado puede seguir dentro de la organización para desarrollar su carrera profesional.
Importancia de los planes y rutas de carrera
Los planes y rutas de carrera ofrecen múltiples beneficios tanto para los empleados como para las empresas:
Para los empleados:
Mayor motivación y compromiso.
Desarrollo de habilidades y competencias.
Claridad sobre su futuro profesional.
Oportunidades de crecimiento y ascenso. Para las empresas:
Retención del talento.
Mejora del clima laboral.
Mayor productividad y rendimiento.
Desarrollo de líderes internos.
Los planes de carrera son una herramienta clave para alinear los objetivos individuales con los organizacionales, lo que se traduce en un mayor compromiso y productividad. Un estudio de Deloitte (2016) reveló que las empresas con planes de carrera claros tienen un 41% menos de rotación de personal.
La necesidad de contar con rutas de carrera en una empresa
En un mundo laboral en constante cambio, las rutas de carrera son esenciales para adaptarse a las nuevas demandas y tecnologías. Las empresas que ofrecen rutas de carrera claras y diversas demuestran su compromiso con el desarrollo de sus empleados y atraen a talento de alto potencial.
Según Schein (1992), "las rutas de carrera son una forma de comunicar a los empleados las expectativas de la organización y las oportunidades de crecimiento disponibles". Esto fomenta un sentido de pertenencia y lealtad hacia la empresa.
Implementación de planes y rutas de carrera
La implementación exitosa de planes y rutas de carrera requiere un enfoque estratégico y participativo:
Diagnóstico: Identificar las necesidades de desarrollo de los empleados y las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.
Diseño: Crear planes de carrera personalizados y rutas de carrera claras y flexibles.
Comunicación: Informar a los empleados sobre las opciones disponibles y los requisitos para avanzar en su carrera.
Seguimiento y evaluación: Revisar periódicamente los planes de carrera y ajustar las rutas según sea necesario. En esta etapa es necesario el acompañamiento a través de coaching.
Coaching para acompañar rutas de carrera
Los planes y rutas de carrera impulsan el desarrollo del talento humano y fortalecer la competitividad de las empresas. Al ofrecer a los empleados una visión clara de su futuro profesional y oportunidades de crecimiento, las organizaciones pueden fomentar un ambiente de trabajo motivador y productivo, donde el talento florece y los objetivos se alcanzan.
Un proceso profesional de Coaching Ejecutivo, puede acompañar a los colaboradores en el desarrollo de la ruta de carrera. Mientras más alta la jerarquía del rol, más necesario se hace el proceso de acompañamiento. De esa manera, el coachee puede encontrar nuevas oportunidades de desarrollo que le permitan cubrir el plan de carrera, e incluso, ir más allá de lo planteado por la organización.
Referencias
Deloitte. (2016). Global Human Capital Trends 2016. Deloitte University Press.
Schein, E. H. (1992). Organizational culture and leadership (2nd ed.). Jossey-Bass.
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