La única forma de mantener vigencia en el mercado es generando valor a través de la creatividad e innovación. Ello conlleva la necesidad de convertir a las personas en el activo más importante de la organización. Pero, ¿cómo saber si avanzamos?. Para pasar del discurso a la práctica medir es uno de de los requisitos, aunque también es uno de los grandes retos que tienen los expertos en recursos humanos.
Es evidente que existe una mayor conciencia empresarial que una de las funciones más importantes de RR.HH. es el desarrollo de las capacidades de las personas, sin embargo, también existe conciencia de la brecha relevante que es la medición de la gestión de personas dentro de la organización. Esta limitación proviene por un lado de la intangibilidad del capital humano y por otra la madurez del rol estratégico del área responsable de los subsistemas de talento humano.
En específico, la dificultad está en establecer vínculos entre el trabajo de las personas y el rendimiento corporativo. Pero no solo el rendimiento actual, sino el potencial de rendimiento a futuro. Muchas empresas ya trabajan en esta tarea. Sobre todo en el rendimiento actual. Por ejemplo, se utiliza con frecuencia como denominador los gastos de personal que incluyen salarios brutos más costos asociados a beneficios sociales y como numerador el indicador EBITDA (Resultado bruto de explotación) que es una medida del cash flow de la compañía.
Así tenemos un primer acercamiento al ROI del capital humano:
Sin embargo, no es suficiente. En Business Coaching School diseñamos un club y taller para profundizar en el cálculo del capital intelectual, incluso se incluyen los fundamentos para comprender modelos de valor económico añadido (EVA) para dar los primeros pasos para futuros tableros corporativos con indicadores clave del rendimiento del las capacidades de los seres humanos dentro de la empresa.
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