Las empresas buscan constantemente colaboradores que no solo sean expertos en sus campos, sino que también sean capaces de colaborar en equipos multidisciplinarios y abordar desafíos que trascienden las fronteras de sus conocimientos especializados. Es aquí donde encaja T-shaped o Persona T. En realidad es una metáfora. Se ha convertido en una valiosa perspectiva en la gestión de recursos humanos y el desarrollo profesional.
El Origen del T-Shaped: De McKinsey a Tim Brown
El concepto de la Persona T se popularizó por primera vez gracias a McKinsey, una prestigiosa firma de consultoría empresarial. Según Tim Brown, CEO de la firma de diseño IDEO, quien también ha contribuido significativamente a este concepto, "la barra vertical de la T representa tu conjunto de habilidades especializadas, mientras que la barra horizontal simboliza tu capacidad para colaborar y aplicar esas habilidades en un contexto más amplio".
Para entenderlo mejor, piensa en un ingeniero de software que es un experto en programación (barra vertical), pero también puede comunicarse efectivamente con diseñadores de interfaz de usuario, comprender las necesidades del cliente y trabajar en equipo para desarrollar un producto exitoso (barra horizontal).
Beneficios de ser una Persona T-shaped
Adoptar un enfoque T-shaped tiene numerosos beneficios tanto para los individuos como para las organizaciones:
Versatilidad: Al desarrollar habilidades interdisciplinarias, te vuelves más adaptable y estás mejor preparado para enfrentar desafíos diversos.
Colaboración eficaz: Puedes trabajar de manera efectiva en equipos multidisciplinarios, combinando tu experiencia con la de otros para lograr resultados óptimos.
Resolución de problemas más creativa: Al tener una visión más amplia, puedes abordar problemas desde diferentes perspectivas, lo que puede llevar a soluciones más innovadoras.
Mayor empleabilidad: Las empresas valoran a las personas T-shaped porque pueden contribuir en múltiples aspectos y adaptarse a diferentes roles.
Cómo Adoptar el Enfoque T-shaped
Ahora que comprendes la importancia de ser una persona T-shaped, aquí tienes algunos consejos para adoptar este enfoque:
Identifica tu especialización: Descubre tu área de conocimiento especializado y trabaja en desarrollar una experiencia sólida en ese campo.
Aprende habilidades interdisciplinarias: Dedica tiempo a aprender habilidades que complementen tu especialización, como habilidades de comunicación, gestión de proyectos o análisis de datos. Para el desarrollo de soft skills se puede incorporar procesos de coaching ejecutivo
Colabora con otros: Busca oportunidades para trabajar en proyectos multidisciplinarios o colabora con colegas de diferentes áreas para ganar experiencia en la aplicación de tus habilidades en contextos más amplios.
Mantente actualizado: Dada la rápida evolución de las industrias, es crucial mantenerse al día en tu especialización y en las áreas relacionadas.
Cultiva una mentalidad de aprendizaje continuo: Está dispuesto a aprender y adaptarte constantemente a nuevas circunstancias y desafíos.
Adoptar el enfoque T-shaped implica combinar un profundo conocimiento especializado con habilidades interdisciplinarias para ser más versátil y efectivo en el mundo laboral. Este enfoque puede abrir puertas y permitirte destacar en tu carrera profesional. Adopta este enfoque, invierte en tu desarrollo y prepárate para alcanzar nuevos niveles de éxito en tu campo.
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